La negra y su voz
Buenas madrugadas tardes
noches o días… una semana más para reunirnos bajo el encantador pretexto de
seguir conociendo algo de lo más granado representativo y diverso, de este
mundo trovadores… juglares modernos.
Claro que no pueden
faltar representantes mujeres en este periplo semanal, trovadoras y juglares
que suman su filosofía su ser y su esencia en este universo de habla hispana,
en este mundo de guitarras y música, de líricas poéticas y odas a la patria, al
hermano, al amor o sencillamente, a las personas.
Nuestra Juglar nació en
San Miguel de Tucumán Argentina en la Provincia de Tucumán en el Noroeste de la
tierra de Borges y Cortázar, de Maradona y Messi, de la pampa y los gauchos.
Tucumán, Mendoza y Buenos
Aires fueron sus entrañables ciudades pero ella fue de todo el mundo de habla
hispana. Conquisto el respeto, el cariño y la admiración de aquellos de su
lengua materna y de otras lenguas, otras culturas con su canto, sus canciones y
su maravillosa, entrañable e inconfundible voz.
Hablar de Mercedes Sosa, La
Negra, no es sencillo por dos razones: el cariño que suscita y por lo
vasto, lúdico e inmenso de su legado.
Hoy sólo quiero
compartirles algunos datos. En 1963, en Mendoza Argentina se reúnen un grupo de
personas para formalizar, dotar de forma y fondo, a un movimiento llamado EL Nuevo Cancionero. La Negra Sosa, esa
Flaquita Tucumana como le llamo Cesar Isella cuando la vio en Mendoza
acompañada de su esposo Oscar Matus, fue fundadora de este importante
movimiento que nació en Argentina y permeo en varios países más del continente.
“EL NUEVO CANCIONERO es un movimiento
literario-musical, dentro del ámbito de la música popular argentina. No nace
por o como oposición a ninguna manifestación artística popular, sin como
consecuencia del desarrollo estético y cultural del pueblo y es su intención
defender y profundizar ese desarrollo. Intentará asimilar todas las formas
modernas de expresión que ponderen y amplíen la música popular y es su
propósito defender la plena libertad de expresión y de creación de los artistas
argentinos […] El NUEVO CANCIONERO se propone buscar en la riqueza creadora de
los autores e intérpretes argentinos, la integración de la música popular en la
diversidad de las expresiones regionales del país.”
En 1969 visita Chile por
primera vez y edita un disco sencillo con dos temas muy conocidos, ambos de
figuras importantísimas de este país: Gracias a la vida de Violeta Parra y
Te
recuerdo Amanda de Víctor Jara. En 1971 graba un álbum dedicado a esa
gran cantautora Chilena llamado Homenaje a Violeta Parra.
“En 1974 la cantante estadounidense Joan
Baez (A quien se considera una de las mayores influencias, junto con Bob Dylan
y Peter Seeger, en los movimientos musicales de la época en América Latina) visita
la Argentina y en su recital canta, a dúo con Mercedes Sosa, Gracias a la vida.
Ese año Báez había publicado un álbum en español titulado precisamente Gracias
a la vida, canción que conoció por la versión de Mercedes, de 1971, y que
popularizó entre el público de habla inglesa.”
Con el golpe de Estado
consumado en 1976 y la dictadura militar instaurada, Mercedes Sosa paso a
formar parte de la lista de personas perseguidas políticamente y en 1979, tras
el acoso y la prohibición de su música, parte al exilio en el viejo continente.
En1982, poco antes de que la dictadura militar dejase el gobierno en manos de
un civil, Raúl Alfonsin, La Negra regresa a su amada patria.
Sus primeros trabajos son
de 1962 La voz de la zafra y Canciones con fundamento de 1965. En
1977 su disco Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui es un disco
homenaje a una de las dos figuras que aquellos fundadores de El Nuevo Cancionero consideraban como
una de las dos piedras fundamentales del folklor de su querida tierra:
“Es con Buenaventura Luna, en lo literario
y con Atahualpa Yupanqui, en lo literario musical, con quienes se inicia un
empuje renovador que amplia su contenido sin resentir la raíz autóctona.”
Algunos temas de los más
conocidos de nuestra querida Mercedes son Alfonsina y el mar de Ariel Ramírez
y Félix Luna, tema incluido en su disco Mujeres Argentinas de 1969. Sólo
le pido a Dios y Canción para Carito de León Gieco; Duerme
negrito, canción recopilada por Atahualpa Yupanqui; Todo cambia
de Julio Numhauser fundador de Quilapayún,
canción que compuso en su exilio de su natal Chile tras el golpe de Pinochet. Barro
tal vez de Luis A. “El Flaco”
Spinetta, un gran tema que compuso El Flaco a los 18 años. La Maza y Mi
Unicornio Azul de Silvio Rodríguez; Desarma y Sangra así como
De
mí de Charly García; Yo vengo a ofrecer mi corazón, Y
dale alegría a mi corazón y Un
vestido y un amor, de Fito Paez; La Cigarra y Serenata para la tierra de
la poeta María Elena Walsh.
Chacarera Zamba Milonga
Tango Rock Pop… no importaba el género en el que cantará porque su voz, su
ecléctica y maravillosa voz estaba en perfecta congruencia con su filosofía de
lo que definía, sentía e identificaba a un pueblo, de aquella música que
enmarcaba el modo de ser y de sentir de amplias capas de las clases populares.
Quizás por último sólo me
reste señalar una canción que se convirtió en un himno de América Latina Canción
con todos de Armando Tejada Gómez y
Cesar Isella.
La Cantora, como ella
misma se definía, nos dejo físicamente el 4 de octubre de 2009 pero su ser
nació a la posteridad para todos aquellos que nos enamoramos de sus canciones…
de su voz y seguramente para varias generaciones más de amantes de su música ¡Porque
Mercedes Sosa, nuestra juglar tucumana, seguirá sumando melómanos a su larga
lista!
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