Décimas a mi madre
Ya son siete los claveles
que visitan tu morada
una cita esperanzada
que propugna por las mieles.
Se va el tiempo y con sus rieles
se aproximan los momentos
paradoja en sentimientos
por tu ausencia, tu cariño
al adulto como al niño,
gran estela de mis cuentos.
Te imagino en Veracruz
y se llena el corazón
con un aire de canción
que atraviesa el tragaluz.
Cuando brisa es por tu luz
por presencia de tus ojos
que no saben de cerrojos
ni imposibles, ni de calma
─ se me cuelan hasta el alma ─
aliviando los despojos.
Siete eneros dulce ser
que dejaste nuestro hogar,
siete años sin estar
ese sol de tu querer.
Cuando llego a decaer
tu recuerdo me repica
con sonrisas me salpica
y las trueco en bellas flores
─ te las mandan tus amores ─
las compartes con Malpica.
Amarante M Matus